Blog dedicado a aquellos escritores que una vez que leemos llegamos a admirar, y entonces decidimos quererlos muy cerca de nosotros. Cada lector va formando su familia literaria, su legión de invisibles personajes con quien sostiene conversaciones a lo largo del camino. Este es un tributo a los míos.
Monday, August 17, 2015
El Dejar ir...
En días anteriores tuve una noticia que al momento de enterarme me pego como un disparo. Recibí un e-mail de mi jefa informándome que ya no me podía dar mas clases en el college donde trabajo pues había recibido una notificación de termino de contrato por parte de la compañía que nos contrataba. Por supuesto eso fue como haber perdido algo tan valioso para mi. Yo adoraba ese empleo, ustedes saben, me fascina trabajar con estudiantes. El día enseñando se me pasaba volando como si ocho horas eran solo una hora. Mi trabajo para mi significaba que hacia lo que mas me gustaba y lo disfrutaba, ENSEÑAR. Lo vi como una perdida y me dolió mucho más pues esto tenia que ver con algo que ya había dejado ir hacia tiempo y abrió nuevamente una herida vieja. Todo esto me puso a pensar que, ya sean mínimas o grandes que nos acontezcan, las pérdidas siempre nos golpean en lo más hondo de nuestro ser. En realidad, cuando perdemos algo o alguien, nos duele el YO interno que vivió en ese lugar o con esa persona situación o cosa. Nos duele la pérdida de la historia que se vivió, la convivencia, los momentos irrepetibles que no queremos dejar ir pues fue una parte de nuestra historia. La mejor manera de afrontar estas perdidas que siempre son necesarias, aunque no las queramos ver así, es llevar en mente que la vida es un viaje. Hay que vivirla así, a plenitud y con entusiasmo sabiendo que algún día se va a acabar. Como todas las cosas en la vida, "everything ends" (como la cita de mi serie favorita, Six Feet Under, recomendada por cierto). Haciendo un recuento de mis perdidas durante mi vida, me doy cuenta que las que más me han dolido han sido las que más me han enseñado y las que mas han dejado legado en mi camino. Ese aprendizaje que siempre permanecerá conmigo hasta el día que yo mismo me vaya. Por supuesto, en el camino de las pérdidas siempre tenemos que tener en cuenta que hay dolores productivos que nos hacen crecer y avanzar, y otros que son un especie de vía crucis rumbo a nada: el tormento por el tormento, lo cual no nos permite avanzar. Así es mis followers, la vida es un camino de perdidas desde ese mismo momento que nacemos, cuando perdemos ese lugarcito dentro de nuestra madre, hasta el día que alguien muy cercano se nos va definitivamente. Todo tiene su fin. La vida es un camino de pérdidas necesarias y un duelo bien elaborado en cada perdida nos enseña que hay que saber perder y que ante lo irremediable, la mejor opción es la humilde aceptación. Hay que recordar que esa parte que se fue, que ya no existe, tiene una parte de permanencia eterna en ti, en tu recuerdo, en tu corazón, en tu vida. Y seguirá existiendo en ti aunque no este físicamente, en tu memoria, para enseñarte a seguir adelante, por que tu estas aquí y ese momento o esa persona ya se han ido!
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